• Es la primera causa de consulta al gastroenterólogo y se caracteriza por dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal (diarrea o estreñimiento).
El colon irritable, cuya denominación más exacta es «Síndrome del Intestino Irritable» (SII), es un cuadro crónico y recidivante, caracterizado por la existencia de dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal (diarrea o estreñimiento).
Se puede acompañar o no de una sensación de distensión abdominal, sin que se demuestre una alteración en la morfología o en el metabolismo intestinales, ni causas infecciosas que lo justifiquen.
Causas
Hasta hoy, no se conoce ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes con SII sufren estos síntomas de forma crónica y recidivante.
Desde un punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la motilidad (del movimiento) y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores psicológicos.
Además, se han propuesto otras diferentes alteraciones que también podrían influir en esta enfermedad: gastroenteritis, intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y factores genéticos.
Síntomas
- Dolor abdominal.
- Distensión abdominal. (inflamación por exceso de gas intestinal, sensación de plenitud)
- Alteración del ritmo intestinal. (estreñimiento y/o diarrea)
¿Quién puede padecerlo?
El SII muestra una clara predilección por las mujeres (14-24% frente al 5-19% en los varones).
Suele aparecer antes de los 35 años, disminuyendo su incidencia a partir de los 60 años.
Es más frecuente en pacientes con otras patologías digestivas funcionales (sobre todo dispepsia -molestias inespecíficas de estómago- no ulcerosa), en mujeres con alteraciones ginecológicas (dismenorrea) y en pacientes con enfermedades psiquiátricas (bulimia, depresión, esquizofrenia).
Diagnóstico
El diagnóstico del colon irritable se basa en una minuciosa historia clínica junto a una completa exploración física, que orientarán hacia la posibilidad de tratarse de un síndrome del intestino irritable (SII).
Para completar el diagnóstico de sospecha, se realizan diversas pruebas complementarias que descarten la existencia de patología orgánica.
Entre estas pruebas se incluyen análisis generales y específicos de sangre, orina y heces, estudios radiológicos de abdomen con y sin contraste, ecografía abdominal y sigmoidoscopía/colonoscopía.
Tratamiento
Una vez que el paciente haya entendido su enfermedad y haya podido resolver todas sus dudas, se pueden iniciar diversos tratamientos dependiendo de la naturaleza e intensidad de los síntomas
Las posibilidades actualmente disponibles incluyen, en primer lugar, medidas higiénico-dietéticas, siendo posible una valoración específica por la Unidad de Nutrición y Dietética para diseñar la dieta más adecuada en cada caso.
Cuando la intensidad de los síntomas lo aconseje, se indicará tratamiento farmacológico dirigido a controlar el síntoma predominante y durante un periodo limitado de tiempo
Pueden ser inhibidores de los espasmos (espasmolíticos), estimulantes de la motilidad (procinéticos), antidiarréicos, laxantes, antidepresivos y ansiolíticos.
Por último, se contemplan otras opciones terapéuticas como psicoterapia, acupuntura e hipnoterapia.
Para mayor información, contacta a:
Dra. Ome Zitlalli Pérez Gutierrez
Especialista en: Gastroenterología
Médica Sur | Consultorio 2 | Tel: 54247200 Ext: 3350 | omezperez@gmail.com
Si padeces esta enfermedad, o conoces a alguien que pase por esta situación, te invitamos a que nos ayudes a compartir esta información en tus redes sociales.
0 Comentario