• Las alteraciones de sueño son uno de los problemas de salud que más preocupan a la población. De hecho, un 40% de las personas tiene problemas de sueño en algún momento de su vida.
A pesar de que a veces no le demos importancia, dormir es fundamental para que muchas funciones fisiológicas se llevan a cabo correctamente como el crecimiento, la inmunidad o la memoria. Dormir bien es fundamental para vivir mejor.
Los trastornos del sueño son: insomnio, hipersomnia, narcolepsia, ronquido y apneas del sueño, parasomnias y otros trastornos, síndrome de las piernas inquietas, terrores nocturnos, pesadillas y sonambulismo. Su origen es muy variado. En ocasiones, aparecen como efecto de otras enfermedades y otras, constituyen factores de riesgo que favorecen la aparición de otras patologías.
Síntomas
Algunos de los síntomas que producen los trastornos del sueño son: agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales, etc.
Al haber diferentes trastornos, hay síntomas específicos de cada uno.
- Piernas inquietas: incómodas y dolorosas parestesias (sensación de hormigueo) en el interior de las piernas, movimientos espontáneos e incontrolables.
- Sonambulismo: caminar de modo semiinconsciente dormido.
- Terrores nocturnos: episodios de terror con gritos y agitación, a veces acompañados de sonambulismo.
- Insomnio: dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos o fin prematuro del sueño.
- Hipersomnia: aumenta un 25% el sueño habitual.
- Narcolepsia: crisis reiterada de sueño durante la vigilia.
- Ronquido y apneas del sueño: obstrucción de la faringe que no deja pasar el aire.
Diagnóstico
Como un acercamiento inicial se necesita una historia clínica completa y un cuestionario especial del sueño. Para un correcto diagnóstico se precisa la realización de una polisomnografía o prueba del sueño con registro simultáneo de vídeo que consiste en el registro durante la noche de las variables fisiológicas como el electroencefalograma, flujo nasal, saturación de oxígenos y frecuencia cardiaca. Permite conocer la estructura del sueño del paciente y catalogar su trastorno
Tratamiento
La primera opción consiste en mejorar los hábitos antes de dormir, que se conoce como higiene del sueño.
Algunas de las recomendaciones consisten en:
- Mantener horarios regulares para acostarse, apagar la luz y para levantarse. Establecer un número de horas constantes para permanecer en la cama
- Evitar distracciones como ver la televisión o revisar el celular
- Hacer ejercicio físico durante el día, no justo antes de acostarse
- Usar su cama exclusivamente para dormir. No usarla para actividades como comer, ver la televisión o escuchar la radio
- No cenar en exceso ni acostarse inmediatamente después de haber cenado. Antes de dormir evitar consumir café, té, refrescos, alcohol o fumar
- Disminuir la cantidad de líquidos antes de acostarse para evitar levantarse muchas veces al baño durante la noche
En caso de que estas medidas no lleven a una mejoría se tendrá que proceder a medicamentos y terapia psicológica.
Si se presentan problemas respiratorios como la causa de que no se pueda dormir las diferentes opciones de tratamientos pueden ir desde:
- Dispositivos de avance mandibular
- Mascarillas respiratorias (CPAP)
- Cirugía de la nariz-faringe-garganta
Para mayor información, contacta a:
Dr. Fco. Javier Rodríguez Nagore
Especialista en: Otorrinolaringología | Medicina del Dormir
Médica Sur | Puente de Piedra 150, Tlalpan, 14050, CDMX | Tel: 5920 3972 | www.drjaviernagore.com
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