En estos días solemos ver por toda la ciudad que las tiendas, los restaurantes y otros establecimientos comerciales se llenan de corazones; hay flores por doquier, tarjetas de felicitación, ofertas en joyería, chocolates, muñecos de peluche y artículos parecidos. Y es que se acerca el día de los enamorados, más conocido como el día de San Valentin. ¿Sabemos de dónde viene esta tradición? ¿Existió dicho santo o más bien se refiere al Cupido de la mitología romana?
Esta celebración surgió en Gran Bretaña y Francia a mediados del siglo XV, época en loa que se pensaba que a mediados del segundo mes del año las aves escogen su pareja.
El que se eligiera precisamente esa fecha para enviar cartas de amor e intercambiar regalos se debe a que se conmemora el martirio de san Valentin, quien fuera obispo de Terni en la región de Umbría, al norte de Roma, durante el gobierno del emperador Claudio II, hacia el siglo III D.C. El 14 de febrero de 494 el papa Gelasio I instituyó el primer día de San Valentin.
Cuenta la leyenda que el emperador Claudio II prohibió el matrimonio entre los enamorados. Creía que eran mejores soldados quienes no contaran con lazos de amor y familia, ya que tenían menos ataduras. El obispo Valentin consideró que esta ley era injusta, por lo que se dedicó a casar en secreto a los jóvenes enamorados, de ahí que fuese considerado patrón de los enamorados.
Los jóvenes, valientes y decididos a formar una familia, acudían a él para que los casase. Los convencía para que hicieran sus votos de amor y fidelidad ante Dios.
Valentin fue encarcelado y su carcelero se dio cuenta de sus buenas cualidades. Un día le presentó a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentin le dijo a la niña que pidiera a Dios para que le diera la vista, la niña le respondió: “¡Yo creo, yo creo!”, y en ese momento, comenzó a ver. El día anterior a su muerte, Valentin escribió una última carta a Julia donde le pidió que se mantuviera cerca de Dios y la firmó «De tu Valentin». Horas después, al día siguiente, murió degollado un 14 de febrero del año 269 por orden del emperador Aureliano, quien sucedió a Claudio.
La joven Julia, agradecida con el santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es símbolo del amor y amistad duraderos.
Seas o no de los que gustan de festejar esta fecha tan popular, considera que lo importante no es lo grandioso del plan que tengas pensado para celebrar o lo costoso del objeto que te gustaría regalarle a tu esposo(a) o novio(a) para festejar el día de San Valentin. Lo realmente importante es, ser verdaderamente un buen amigo y, en su caso, una pareja o cónyuge amoroso y dedicado. Si buscas que la persona que amas crezca cada día y procuras su bien, ten por seguro que el regalo se lo das todos los días así: con tu cariño y disponibilidad, con tu trato respetuoso y amable.
Así que, si este día se trata de demostrar con un poco más de esfuerzo lo que una persona significa para ti, recuerda que la mejor manera de asegurar y enaltecer una amistad o al amor de tu vida, es dando lo mejor que tienes: tu amor, tu tiempo, tu fidelidad, tu compañía.
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