Sin duda una de las celebraciones más conocidas de México es el inicio de la guerra de Independencia, la cual se festeja cada 15 de septiembre con la recreación del emblemático grito que representa la arenga original realizada por el cura Miguel Hidalgo en el pueblo de Dolores. Este hecho marca el inicio del movimiento independentista de la antigua Nueva España. Aunque, si somos más exactos, en esos momentos lo que Hidalgo apoyaba era la legitimidad del gobierno del rey Fernando VII frente a los invasores napoleónicos. Con el paso del tiempo la defensa por la corona se transformó en la lucha independentista.
Aunque ya había mucha inconformidad con el gobierno español en la Nueva España −el actual México−, los antecedentes de este movimiento vienen desde el “viejo continente”, cuando en 1808 el famoso emperador francés Napoleón Bonaparte manda refuerzos a las tropas situadas en Portugal, para lo cual pide permiso al rey de España para que sus tropas crucen su reino pacíficamente hasta llegar a Portugal.
En el momento que las tropas napoleónicas atraviesan España se les da la orden de tomar las bases militares estratégicas españolas. Ante esta acción, los reyes españoles Carlos IV y Fernando VII abdican al trono sucesivamente, capitulando ante los franceses. Posteriormente Napoleón designa a su hermano mayor, José Napoleón I (mejor conocido como Pepe botella, por su problema de alcoholismo), como rey de España.
Ante las noticias de dicha invasión y del nuevo titular del reino español, comienzan las muestras de disgusto en la Nueva España que llegan incluso a un fallido golpe de estado contra el virrey Iturrigaray. Los inconformes exigían, a falta de un gobernante legítimo, como Fernando VII, el autogobierno de la Nueva España con base en la soberanía popular.
Estos primeros movimientos fueron detenidos inmediatamente y se encarceló a los principales instigadores; entre ellos, Francisco Primo de Verdad y fray Melchor de Talamantes. No obstante, quedarían como precursores importantes de nuevos levantamientos que pretendían continuar con este espíritu de soberanía. Durante dos años la mayoría fueron detenidos hasta que los líderes del movimiento de Querétaro, al enterarse que venían a apresarlos, optaron por iniciar un levantamiento armado el día 16 de septiembre de 1810 con el grito de Miguel Hidalgo y Costilla.
¿Sabías que el grito ocurrió originalmente el 16 de septiembre, pero el general Porfirio Díaz cambió la fecha conmemorativa de la independia de nuestro país al día 15 para que coincidiera con su cumpleaños?
En el documento de 1813 denominado Los sentimientos de la Nación, escrito por José María Morelos y Pavón, se menciona que el día de la celebración es el 16. Tradicionalmente se dice que el grito se dio alrededor de las dos de la madrugada de ese día.
El movimiento independentista duró poco más de una década y en su evolución transitó por varias etapas con diversos líderes que luchaban por diferentes exigencias que oscilaban entre la reinstitución del antiguo rey Fernando VII y la completa soberanía e independencia del pueblo novohispano. Fue José María Morelos y Pavón quien, el 14 de septiembre de 1813, en el Congreso de Anáhuac (o Chilpancingo) unió a los distintos frentes y líderes dándoles varios principios fundamentales: la independencia, la soberanía popular, la división de poderes, la equidad social (moderar la opulencia y la indigencia”), la eliminación de la esclavitud y la religión católica.
Poco a poco estos líderes fueron derrotados por los realistas y para 1820 quedaban muy pocos brotes de movimientos independentistas. Todo parecía perdido hasta que se habilita nuevamente la Constitución de Cádiz el 8 de marzo de 1820. Esta constitución causó un conflicto de intereses entre los criollos de América, quienes dejaron de apoyar a España y buscaron la alianza con los grupos insurgentes restantes.
Así fue como la Independencia de México volvió a tomar fuerza y poco tiempo después, con Agustín de Iturbide, se crea el Ejército Trigarante, que unía las fuerzas de los ejércitos insurgentes y realistas. Las tres garantías que defendía eran: la religión católica, la independencia y la unión entre los bandos de la guerra. Menos de un año después se consuma oficialmente la Independencia de México con la entrada de dicho ejército a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821.
La historia de nuestro país es muy interesante, sobre todo cuando se van descubriendo esos datos que no siempre nos cuenta la historia ofical. Lo más importante es aprender de nuestra historia e imitar el valor y el sentimiento de nación de nuestros héroes patrios para impulsar movimientos que cambien el futuro de nuestro país. Por supuesto no nos referimos a movimientos armados, sino a movimientos como los que han surgido en los últimos años a raíz de la corrupción, la impunidad, la inseguridad y otros males que se padecen en nuestro país; nos referimos a los movimientos ciudadanos.
Ya sabemos que de nada sirve quejarnos ni criticar a nuetsros políticos, lo que verdadermanete forma y cambia a una nación es su gente. Y no solamente en un día conmemorativo, sino con las acciones de cada día, con comportamientos cotidianos que contribuyan al bien de nuestra comunidad y nuestro México. Los héroes patrios que celebramos estos días nos permitieron tener una nación soberana, honremos a todos los que han dado su vida por México asegurando un presente y un futuro estable para la nación que ha forjado nuestra identidad.
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