Existen varias áreas empresariales a las que comúnmente se les ve como los villanos de la película. Por ejemplo: los bancos, las constructoras, las televisoras, los despachos de abogados o notarias y, sin duda, las aseguradoras.
Por alguna razón tenemos en mente que las compañías de seguros son nuestras enemigas, que viven de pagos que a veces catalogamos como innecesarios. También pensamos que, si contratas un seguro, en caso de sufrir un siniestro te pondrán trabas, obstáculos burocráticos o excusas para no pagar lo debido.
Esto no es mera coincidencia, los seguros son contratos y, como tales, tienen exclusiones y cláusulas que muchas veces no tuvimos el cuidado de analizar y entonces creemos que por contratar un seguro estaremos cubiertos contra todo, indiscriminadamente.
En todas las pólizas de seguros se encuentra un apartado que se llama “Condiciones generales”. En ellas encontrarás todo lo que debes saber sobre tu póliza. Por ejemplo:
- Definiciones: es un pequeño diccionario que explica los términos técnicos que se mencionan en las pólizas.
- Detalles de coberturas incluidas: enumera todas las coberturas y bienes que están asegurados por la póliza.
- Detalles de coberturas excluidas: señala las coberturas que no entran dentro de la póliza.
- Límites: precisa las cantidades máximas que pagará la aseguradora en caso de siniestro.
- Asistencias: son ayudas que están incluidas en la póliza.
Siempre debemos revisar detenidamente las condiciones generales para estar completamente informados, saber qué esperar de nuestro seguro en caso de un siniestro y no crear falsas expectativas. Tener claras todas las condiciones generales no sólo te ayudará a sentirte tranquilo sabiendo con exactitud cómo te cubre un seguro, sino que además puedes sacarle el mayor provecho a lo largo del año. Por ejemplo, ¿sabías que, en general, los seguros de gastos médicos cubren las medicinas que te prescriben los médicos?
Las aseguradoras no están en nuestra contra, no ponen trabas, tenemos que cambiar esa mentalidad; al contrario, nos dan seguridad y protección en aquello que es de vital importancia para nosotros: nuestra salud, nuestra familia y trabajo, así como nuestro patrimonio. Como todo negocio, los seguros viven de ofrecer un servicio confiable y oportuno que obtenga la satisfacción del cliente y la consecuente fidelización: no les conviene quedar mal.
Si tienes alguna duda o quieres conocer más sobre las condiciones generales de tu seguro, acércate a nosotros.
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